Otra cueva con pinturas de ésta región pero más al noroeste, es San Miguel, sus pinturas sin embargo no parecen del mismo estilo que las de Naj Tunich, Santo Domingo, o Pusilá.
La investigación de cuevas en el sureste del Petén ha llevado al descubrimiento de muchas cuevas con arte petroglífico, en la forma de caras rudas con grandes ojos hundidos y tallados en estalagmitas o salientes de las rocas.
Algunas de éstas rocas son Jovelté, y Jobonché, donde la presencia de cuatro caras burdamente esculpidas con grandes ojos, pupilas profundas, cejas prominentes y labios gruesos y cuadrados hacen pensar en un tipo de arte vernáculo, que pudieron ser usados como ídolos, como algunos creen, ya que eran usados en las cuevas, o retirados para su uso en la superficie, teniendo relación con otras formas similares encontradas en algunas cuevas como la de Quen Santo en el Altiplano de Guatemala.