Una reunión en los Estados Unidos debate la legalización del sacrificio de ballenas; posición de los países lationaemericanos podría ser decisiva.
La propuesta, desarrollada bajo la presidencia del embajador chileno Cristián Maquieira, legalizaría la caza comercial por un periodo de 10 años y legitimaría la denominada “caza científica” en el Santuario de Ballenas del Océano Austral. Además la propuesta generaría nuevas modalidades de caza para Japón en sus aguas costeras y revocaría la moratoria sobre la caza comercial que se encuentra vigente desde 1986.Las organizaciones civiles latinoamericanas, incluyendo a la Asociación de Biologia Marina de Guatemala (ABIMA) presentes en la reunión del pequeño Grupo de Trabajo de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que esta semana evalúa una propuesta de acuerdo con Japón y las naciones balleneras para legalizar la caza científica de ballenas en aguas internacionales, enviaron hoy una fuerte señal a los delegados de los gobiernos que son miembro de la CBI, afirmando que la propuesta.
Representando a las ONGs de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua, la directora del Instituto de Conservación de Ballenas, Roxana Schteinbarg, afirmó ante la CBI que la sociedad civil se encuentra escandalizada por la propuesta, ya que pone los intereses balleneros japoneses por encima de los intereses de la inmensa mayoría de las comunidades costeras del hemisferio sur, muchas de las cuales se benefician del uso no letal de las ballenas a través del turismo de avistaje.
En el mensaje enviado en representación de las ONG presentes en la reunión, Schteinbarg afirmó que “a pesar que algunos países desean continuar cazando ballenas en sus aguas jurisdiccionales, resulta inaceptable continuar con la matanza de ballenas en el hemisferio sur, una actividad que es contraria a la voluntad de los países de la región, donde las ballenas son utilizadas exclusivamente mediante metodologías no letales”.
Para la directora del Centro de Conservación Cetacea de Chile (CCC-Chile), Elsa Cabrera “la propuesta presenta innumerables fallas que no garantizan la efectiva conservación de los cetáceos a nivel global. Esperamos que los gobiernos de la región trabajen en forma coordinada para que los intereses de nuestros ciudadanos sean adecuadamente representados en el seno de la CBI”.
Por su parte, José Truda Palazzo, ex comisionado de Brasil ante la CBI por más de 25 años y actual representante de CCC-Brasil expresó su preocupación sobre la necesidad de mantener el liderazgo de ese país en la protección de las ballenas. “Nuestro actual comisionado, Fabio Pitaluga, ha reiterado hoy en la reunión que Brasil es contrario a la “caza científica” de ballenas que realiza Japón en el hemisferio sur, por lo que esperamos que el país impida la adopción de un mal acuerdo” afirmó Truda Palazzo. El Bloque Latinoamericano aliado con Australia, que mantiene una posición abierta en contra de la continuidad de la caza, controla suficientes votos para impedir la aprobación de las medidas propuestas.
La Dra. Lucia M. Gutiérrez de la Asociación de Biologia Marina de Guatemala, presente en la reunión, expresó su tremenda preocupación sobre paquete presentado ya que este implicaría un retroceso en el avance de la conservación de los cetáceos a nivel mundial. Añadió que «La ausencia de Guatemala en la Comisión Ballenera Internacional es preocupante ya que su participación en esta comisión sería clave para el trabajo de conservación de cetáceos que lleva a cabo el Grupo de Buenos Aires, el grupo de países latinoamericanos que apoyan el uso no letal de cetáceos. La promoción del derecho soberano de un país a implementar el avistamiento de cetáceos es estratégico para el desarrollo de las comunidades costeras de nuestros paises, y el paquete presentado anula este derecho ya que los cetáceos son un recurso compartido».
Actualmente, sólo tres países siguen cazando ballenas en contra del espíritu de la moratoria de la CBI. El Japon, el peor caso, mantiene lo que denomina “caza científica” aprovechándose de un resquicio legal del texto de la Convención de 1946, además de la matanza de decenas de miles de delfines en sus propias aguas. Noruega e Islandia mantienen una caza anual de centenares de ballenas en sus propias aguas, mediante “objeción” a la moratoria. Las ONGs presentes en la reunión de St. Pete´s son unánimes en expresar su preocupación de que avalar las capturas efectuadas por estos países y concederles cuotas legales durante los próximos 10 años, daría un nuevo impulso a una actividad casi moribunda, que sólo sobrevive gracias a enormes subsidios gubernamentales.
Las ongs presentes en la reunion han expresado su unánime preocupación ante una propuesta que busca legitimizar la caza de ballneas, cientifica y commercial, durante la próxima d´cada con el fin de impulsar una industria decadente y moribunda que depende de grandes subsidios gubernamentales para poder sobrevivir.
La evaluación de la criticada propuesta continuará hasta Junio cuando la asamblea anual de la CBI se reúna en Agadir (Marruecos) en Junio con el fin de tomar una decisión al respecto.
Fuente: CCC Brasil